La festividad más esperada y celebrada por todos los alicantinos es sin duda La Santa Faz. Es un día que congrega todos los años a decenas de miles de peregrinos y feligreses de todos los puntos de la Península, para caminar juntos los 9 km. de estaciones (desde la Concatedral de San Nicolás), ayudados por una caña de romero y embutidos en los blusones tradicionales, hasta el santuario donde se guarda la reliquia sagrada de la Santa Faz.
El segundo jueves siguiente al Jueves Santo, es decir el 11 de abril este año 2013, se celebra una Romería en honor a La Verónica, que llega a Alicante en el siglo XV, cuando en 1489, su propietario, el sacerdote Pedro Mena, acuerda sacarla en procesión en una rogativa para paliar la tremenda sequía de esos años. Es cuando ocurre el milagro de la lágrima y en ese lugar, se construirá en el siglo XVI el actual Monasterio de la Santa Faz, custodiado actualmente por las Monjas Clarisas de Clausura de Alicante.
Hace pocos años se realizaron las pruebas del carbono 14 tanto a la Verónica de Oviedo como a la de Alicante, dando como resultado en ambos paños, que los fragmentos analizados están confeccionados en época de Jesucristo, aunque el paso de los años diera también dataciones de la Edad Media, sin duda a causa de las numerosas reparaciones que han tenido que realizarse para preservarlos.
La cantidad de feligreses es tal cada año (se habla de 700.000 visitas en 2012), que se compara Santa Faz con el Rocío, con la salvedad de que en el Rocío de Andalucía es una celebración de varios días y en Alicante es una romería que dura desde la mañana hasta la tarde de un jueves. De todas maneras, desde hace algunos años, en la zona que circunda el Monasterio hay habilitadas ferias durante una semana, mercado medieval, parque de atracciones y numerosos puestos ambulantes para que los visitantes se puedan avituallar, divertir y llevarse algún recuerdo de su estancia.
Toni Ferrando.
