La localidad alicantina de Sella se encuentra en plena sierra de Aitana, al norte de la provincia. Este municipio comenzó siendo una fortaleza morisca hasta que en 1.609 fueron expulsados por Felipe III. Actualmente cuenta con unos 600 habitantes que se dedican principalmente a la agricultura, con lo que es un destino para hacer turismo de interior sin aglomeraciones de gente. Uno de los mejores momentos para visitar este pueblo es en el primer fin de semana de octubre, cuando se celebran las fiestas en honor de la Divina Aurora.
Si finalmente nos decidimos a visitar este encantador municipio, no podemos dejar de visitar el castillo de Santa Bárbara, donde aún se pueden observar piezas originales de la fortaleza, que era posesión del marqués de Sella. Pese a estar situado en lo alto de un cerro, como es típico de los castillos, podemos acceder con mucha facilidad ya que se encuentra en el centro de la población. Un paseo encantador que podemos realizar con toda la familia y admirar el atardecer desde sus torres. También es de remarcar que esta construcción fue declarada bien de interés cultural.
Como hemos visto antes, gran parte de la población se dedica a la agricultura y esto significa que la gastronomía del lugar es muy hogareña. El restaurante Bar María cuenta con una estupenda terraza donde nos servirán ensaladas de la huerta y, como es típico en la Comunidad Valencia, paella al estilo más tradicional. Para pasar la noche, un lugar ideal son los apartamentos turísticos Isa i Toni, con espectaculares vistas a la terraza, piscina, barbacoa… Perfecto para descansar tras un día de senderismo por esta encantadora localidad alicantina.
Esther JG