Un lugar de contrastes, donde puedes pasar de su casco antiguo a edificios modernos y futuristas. Esta es Valencia, una de las ciudades más acogedoras y bonitas de España para pasar unos días y disfrutarla al máximo. Más allá de la efervescencia cultural de sus calles, las playas del Mediterráneo suelen producir ganas de dar un eterno paseo o bañarse en sus aguas.
No te puedes ir de Valencia sin probar la auténtica paella, su plato estrella. Aunque también es recomendable degustar otras delicias a la altura de las clóchinas o la horchata.
Cualquier momento para viajar a Valencia está bien, pero si hay un momento especial, es el 19 de marzo para celebrar sus famosas Fallas con sus gigantes esculturas de cartón que representan personajes históricos o de actualidad. Su suave clima, la maravillosa luz del mediterráneo hacen de esta ciudad un lugar idóneo para quedarse.
Valencia es genial para descubrir sus rincones a pie. La Plaza de la Reina, con la Catedral y la torre del Miguelete, es uno de sus puntos más interesantes, donde vale la pena subir sus 207 escalones para tener una vista inmejorable. También encontrarás la Lonja de la Seda en el centro, uno de los edificios más bellos de Valencia, declarado Patrimonio de la Humanidad, con el idílico Patio de los Naranjos y el modernista Mercado Central, que es el mayor mercado de productos frescos de Europa, por lo que es una verdadera experiencia pasear por sus puestos. A pocos metros se encuentra también el Museo Nacional de Cerámica, con su espectacular exterior, o las Torres de Quart y Serrano. También hay museos como el IVAM o varios rincones que te deleitan con su arte callejero.
La cara más moderna de Valencia se puede ver un poco más lejos del centro: la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Realizada por Santiago Calatrava y Félix Candela, con proyectos como el Oceanogràfic, el mayor acuario de Europa, se ha convertido en un icono.
Si hay un plan exquisito para hacer en esta ciudad es ir a una de las principales playas de la ciudad y comer una paella junto al mar. Más de 300 días de sol al año nos regala Valencia. Una de las opciones más conocidas es la playa de la Malvarrosa. La fina arena dorada y el agua azul, una vez allí, nos recuerdan las famosas pinturas que Sorolla utilizó para representar esta región.
Puedes ir a El Saler o aprovechar la oportunidad de ir a El Palmar y probar sus populares paellas para aquellos que buscan paisajes más “salvajes”. Una puesta de sol en la Albufera es una forma inmejorable de terminar un día en Valencia.
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